¿Por Qué te Debes Bañar con Agua Fría?

Bañarte con Agua Fría te da Acceso a tu Área Creativa

Todos queremos acceder a la parte más creativa de nosotros mismos y tener la energía para pasar con éxito el día.

Todos queremos ese flujo que haga que todo funcione para nuestro mejor interés.

También queremos despertarnos y sentirnos emocionados por el día.

Pero ¿cómo podemos lograrlo?

La ciencia dice que hay una cosa que cada uno de nosotros puede hacer por la mañana para super cargarnos y es: 

Una ducha fría.

Tan simple como suena, bajar el calor en tu ducha, especialmente por la mañana, puede proporcionarte una amplia gama de beneficios sorprendentes.

¿Qué Sucede Cuando te Bañas con Agua Fría?

1.- Un Shock que te favorece.

A medida que el agua fría entra en contacto con tu cuerpo, lo primero que experimentarás es un shock.

Esta reacción inicial resultará en una respiración acelerada, que es una reacción natural.

Tu objetivo ahora es proporcionar a tu corazón suficiente oxígeno para que pueda bombear la sangre a un ritmo más rápido porque el agua fría constriñe los vasos sanguíneos y tu presión arterial aumenta.

2.- Tu cerebro recibe más oxígeno.

Al mismo tiempo, a medida que recibes más oxígeno, tu cerebro también recibe más de él.

Esto es, en parte, el resultado de tomar más aire.  También se debe a que tu cuerpo redirige flujo sanguíneo lejos de los vasos sanguíneos externos hacia los más profundos.

Así es como minimiza la pérdida de calor y protege tus órganos.

 
3.- Mejora tu estado de ánimo.

Otra reacción que tienes cuando tomas una ducha fría es que los receptores de tu derma colaboran en mejores términos con las terminaciones nerviosas periféricas para enviar impulsos eléctricos al cerebro.

Investigación científica muestra que una ducha fría estimula aquellas áreas del cerebro donde el estado de ánimo es regulado.  

Esto resulta en elevación de los niveles de neurotransmisores y hormonas del estrés como la noradrenalina.

4.- Mejora tu Metabolismo

Mientras que el corazón bombea más porque más sangre fluye a él y a otros órganos internos, el sistema linfático encuentra más fácil eliminar los productos de desecho metabólico y entregar los nutrientes necesarios.

Sin embargo, uno no debe confiar en este efecto de aumento del metabolismo como una medida de pérdida de peso.

En su lugar, puedes aprovechar al máximo el estado de alerta y el vigor que una ducha fría te da y volverte más activo físicamente.

5.- Fortalece el sistema inmunitario

El agua fría tiene un efecto fortalecedor en el sistema inmunitario.

Tu cuerpo trabajará más para producir glóbulos blancos porque la tasa metabólica se incrementa, esto te ayuda a mantenerte caliente.

Además, los niveles de antioxidantes de ácido úrico y glutatión suben.

Todas estas reacciones fisiológicas a las duchas frías crean una explosión de energía y eliminan cualquier signo de fatiga.

Tu estado de ánimo cambia y te sientes más empoderado.  De hecho, se cree que una ducha fría crea mejores resultados que los antidepresivos recetados.

6.- Acceso a tu Creatividad

Sientes una fuerte sensación de alerta, que te ayuda a empezar el día.

Esta compleja mezcla de efectos mentales y físicos positivos de una ducha fría te hace ser más creativo y motivado para aprovechar al máximo este nuevo día.

Te resultará más fácil lidiar con cualquier adversidad a tu alrededor, ya que tu enfoque se centrará en las cosas que realmente te importan.

Entonces, ¿estás listo para tomar una ducha fría?

Si eres nuevo en esto, puedes empezar a implementar gradualmente esta rutina.

El agua no tiene que estar fría durante toda la duración de la ducha.

De hecho, la investigación muestra que incluso pequeñas ráfagas de agua fría pueden ayudarle a empezar a sentir los efectos positivos.

Puedes alternar caliente con frío durante breves períodos de tiempo, en cualquier lugar de 30 segundos a 2 minutos.

¿De que otra manera se puede implementar?

Otro enfoque práctico de esta terapia de agua fría es tomar una ducha fría corta de 5 a 10 minutos.

Las revistas médicas recomiendan que ajustes la temperatura del agua a 68 grados Fahrenheit o 20 grados Celsius.

Con el tiempo, a medida que te acostumbras, puedes incluso bajarlo más.

Cada uno de nosotros percibe lo fría que es el agua a nuestra manera, así que siempre recuerda encontrar tu nivel de grado cómodo.

Precaución

Ten en cuenta que si no estás seguro de cómo una ducha fría puede beneficiarte, el mejor enfoque es hablar primero con un médico.

Conoce tu estado de salud porque los cambios repentinos en la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca pueden abrumar seriamente tu sistema.

Los seres humanos han utilizado la terapia de agua fría durante siglos como una manera de vigorizar y mejorar el bienestar general.

Cada vez más estudios científicos han concluido que se debe favorecer las duchas frías gracias a sus efectos beneficiosos sobre la salud mental y física

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