Cuando una persona puede regular sus fuentes de espiritualidad mediante la meditación, obtiene gran placer. Debido a que todos somos diferentes, la espiritualidad también se vive diferente para cada uno de nosotros. El objetivo detrás de la búsqueda de tu espiritualidad está en la necesidad de ir más allá y conectarnos con quien realmente somos. Lo que encuentres hará que te sientas bien contigo. Lo que se encuentra debe ser utilizado en tu viaje espiritual y te debe ayudar a desarrollarte y crecer en tu individualidad.
Todos sabemos que las oraciones son poderosas herramientas que afectan a las actitudes. Las oraciones se dicen a menudo a nombre propio, o para las personas que conocemos. Según algunos filósofos que estudian la espiritualidad, cada día que oramos debemos trabajar de acuerdo con esa oración. La meditación es una forma de ponerse en contacto con tu ser, y es muy similar a la oración. Cuando oramos a menudo, nos sentimos tranquilos. Sentimos un suave toque pastar sobre nosotros. Al igual que la oración, la meditación nos acerca más a lo que somos. Tu puedes mejorar tu vida a través de la oración y la mediación.
¿Cómo hacer meditación?
En primer lugar, toma en cuenta que la mediación es una herramienta que coordina nuestros sentidos, pensamientos, cuerpo, y así sucesivamente. La idea es que nos ayude a relajarnos. A medida que nos relajamos y tratamos de meditar, ganamos control sobre nuestra mente, pensamientos, etc. Aprendemos a enfocarnos en nuestras metas. Tenemos un sentido de la espiritualidad a través de la meditación. La meditación nos ayuda a sentir la energía. Una vez que meditamos, nuestra energía se eleva, y esto nos ayuda a lidiar con la vida y las personas de una manera más calmada.
Deberás seguir pasos básicos para aprender cómo puedes centrarte en lo que quieres lograr con la meditación. Cuando comienzas a meditar, debes darte cuenta que al principio será difícil. Por lo menos para la mayoría: La meditación es el proceso de eliminación de todos los pensamientos de tu mente por un corto tiempo y luego dejar que la mente se concentre. A veces tu mente divagará o se desesperará, lo cual tu debes permitir. Una vez que los pensamientos pasan a ser una sensación de alivio, entonces puede comenzar tu meditación.
Cómo comenzar a hacer meditación.
Para comenzar una meditación, empieza por encontrar una posición cómoda. Siéntate comodamente en tu espacio de meditación. Tu espalda debe estar recta y alineada. Una vez que estés relajad@, usa las manos para soportar el peso del cuerpo. Desde aquí, toma una respiración profunda, absorve el aire hasta tus pulmones. Ahora retenlo y lentamente libéralo. Relájate mientras continuas en tu posición. Cuando aprendes a concentrarte en tu respiración y aprendes a hacer respiraciones profundas, esto te ayuda a eliminar el estrés injustificado.
Cuando aprendes a meditar, comienzas a encontrar la paz interior, ya que tus pensamientos se detienen poco a poco. La meditación te ayuda a limpiar el desorden. Una vez que sientas esa sensación de serenidad, has controlado a tu mente. Esto te ayuda a mantenerte firme en lo que te propones llevar a cabo.
Hay que practicar diariamente la meditación. La práctica ayuda a una persona a tener control sobre sus pensamientos. A medida que continúes tu viaje a través de esta práctica, es posible encontrar áreas de perturbación. En algunos casos, tu mente puede vagar hacia atrás a los recuerdos que no te gustan. Deja espacio para aceptar las incomodidades y los pensamientos que llegan y tambien déjalos pasar. Recuerda, lo viviste una vez, ¿cómo puede hacerte daño de nuevo? Mientras meditas, no quieras forzar acciones o pensamientos en tu mente y cuerpo. Deja espacio para la libertad. Una vez completada la meditación, has una pequeña oración por las personas que sufren en el mundo. Esto te hará espacio para mayor bienestar.
En mi siguiente post te compartiré mi experiencia después de 2 años ininterrumpidos de hacer meditación. ¿Cuéntame, que beneficios te ha traído la meditación? ¿Cada cuando lo haces y cuanto tiempo?