Tu meta debe ser un hábito

Siempre que estableces un nuevo objetivo, es poco probable que lo logres a menos que tus hábitos ya lo respalden. Si tu objetivo está en conflicto con tus hábitos actuales, deberás cambiar tus hábitos para lograr tu objetivo.

Supongamos que te propones escribir un libro, pero ya no tienes la costumbre de escribir de forma regular (idealmente a diario). Lo más probable es que nunca completes el libro. Ese objetivo simplemente estará en tu lista de tareas por años.

Supongamos que estableces una meta para dejar tu trabajo y administrar tu propio negocio en Internet, pero no tienes la costumbre de desarrollar sitios web. Ese objetivo también es poco probable que se logre. Simplemente seguirá siendo una fantasía, anulada por la costumbre de presentarse al trabajo todos los días.

Descubre hábitos que apoyen tus metas

Cuando establezcas una nueva meta, piensa en qué hábitos te permitirían poner esa meta en piloto automático, convirtiéndola en un hecho realizado.

Por lo general, es mejor pensar en términos de hábitos diarios, especialmente para grandes objetivos. Los hábitos diarios son más fáciles de instalar que los hábitos menos frecuentes.

También es aconsejable pensar en términos de hábitos simples y no hábitos increíblemente complicados. Los hábitos simples son más fáciles de instalar y mantener. Siempre puedes agregar complejidad más tarde, pero enfócate primero en instalar el hábito básico con éxito.

Si uno de tus objetivos es escribir un libro, un hábito diario simple sería trabajar en tu libro durante al menos una hora por día. Si puedes instalar y mantener ese hábito, completar su libro es prácticamente un hecho. Incluso si escribes solo de lunes a viernes y te tomas dos semanas de descanso, todavía son 250 horas al año que invertirás en tu libro. Esta disciplina simple es suficiente para construir una carrera como escritor profesional.

Pregúntate: ¿Qué disciplinas diarias harían que este objetivo sea un hecho? La respuesta a esa pregunta te dirá qué hábitos instalar. Si puedes condicionar y mantener esos hábitos, es muy probable que logres tu objetivo. Es solo cuestión de tiempo.

Identifica hábitos de apoyo

Tómate el tiempo para identificar los hábitos de apoyo que respaldarán tu hábito principal y, por lo tanto, también tu objetivo principal.

Por ejemplo, si deseas cambiar tus hábitos alimenticios diarios, también deberás cambiar tu hábito de compra de comestibles para asegurarte de comprar los alimentos correctos de manera consistente. Esto es especialmente importante si tu nueva dieta incorporará muchos productos frescos.

Otro ejemplo: si deseas crear un blog exitoso, escribir es un hábito diario importante, pero para obtener resultados óptimos, es posible que también quieras pasar tiempo cada día promocionando tu trabajo. Esto es especialmente importante cuando recién estás comenzando y casi nadie conoce tu blog.

Trabaja en la instalación de tu hábito principal y todos los hábitos críticos de apoyo al mismo tiempo, si es posible. Si esto es demasiado complejo, instala primero los hábitos de apoyo. Puedes abordarlos uno por uno con pruebas consecutivas de 30 días si lo deseas. Una vez que los hábitos de apoyo están en su lugar, puedes abordar el hábito principal.

Por ejemplo, primero puedes instalar el hábito de surtir tu cocina con alimentos saludables todos los martes por la noche. Luego, podrías instalar el hábito de preparar comidas todos los días (para reducir tu deseo de comer fuera). Y finalmente, podrías instalar el hábito de cambiar tu dieta a lo que quieras que sea la nueva forma de alimentarte. Esta simple progresión puede encerrar una colección de hábitos de apoyo para ayudarte a alcanzar los objetivos de pérdida de peso y una mejor salud general.

Rendición de Cuentas

Si necesitas algún incentivo adicional para asegurarte que estableces los hábitos nuevos y logras tu meta, haz que otras personas participen para ayudarte. Comprométete públicamente con tu nuevo hábito. Hazte visible, por lo que será más difícil abandonar.

Muchas personas anuncian sus metas y progresos en nuestros foros de discusión. Algunos también publican actualizaciones diarias para que otros sepan de su progreso y otros más se inscriben a mi programa de rendición de cuentas para asegurarse que no los dejaremos caer en su camino hacia sus grandes metas. Esta es una excelente idea porque aumenta la responsabilidad. Es menos probable que te relajes cuando sabes que otros están atentos a tus actualizaciones de progreso.

Si eso no es suficiente, haz una promesa o apuesta con alguien, con una consecuencia significativa si fallas. Agrega algo de dolor a la mezcla para asegurarte de que harás todo lo posible para seguir adelante. Este tipo de estrés positivo puede ser muy motivador, especialmente si te consideras algo flojo.

Conclusión

  1. Para lograr una nueva meta, debes tener habitos que respalden y vuelvan un hecho el logro de esa nueva meta.
  2. Para asegurarte de establecer habitos que respalden tu meta, deberás establecer hábitos de soporte.
  3. A fin de garantizar aún más el logro de tu meta, deberás vivir tus hábitos en voz alta.
  4. Un programa robusto de rendición de cuentas no te dejará caer en tu camino hacia la meta.

¿Qué nuevas metas puedes lograr instalando algunos hábitos diarios simples?

Recuerda,

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Pastor Cortés
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Pastor Cortés