Si comparas a un velocista con un maratonista notarás lo siguiente: El hombre más rápido del mundo, no es tan rápido, una vez que pasas los primeros 5 kilómetros. El maratonista, que empieza a un ritmo moderado, lentamente supera al velocista quein solo está entrenado para distancias cortas. Es como en el cuento de la Tortuga y la Liebre.