Un biógrafo inventó la historia sobre George Washington confesando haber talado el cerezo. Sin embargo, es fácil de creer basado en su carácter.
La historia también ha sido útil para generaciones de padres como ejemplo de toma de responsabilidad. Cuando eras niño, es posible que hayas aprendido que es más honorable hacerte cargo de tus acciones en lugar de culpar a otros o poner excusas sobre por qué es culpa del árbol.
Por otro lado, mantenernos responsables puede sentirse riesgoso. Admitir nuestras faltas puede amenazar nuestra propia imagen y abrirnos a las críticas de los demás.
Puede parecer más seguro centrarse en circunstancias externas en lugar de mirar nuestras propias acciones.
La verdad es que podrías estar perdiendo más felicidad y éxito tratando de evadir la responsabilidad.
Hoy te compartiré más información sobre la importancia de desarrollar la responsabilidad personal o rendición de cuentas.
Beneficios de la rendición de cuentas:
Construir confianza. La verdadera autoestima requiere tener el valor de mirarte honestamente. Aceptar tus debilidades y pasos en falso, así como sus fortalezas y logros.
Realizar cambios positivos. Asumir la responsabilidad te pone en control de tu vida. Puedes aprender y crecer. Te demostrarás que eres capaz de adaptarte al cambio y manejar las consecuencias de tus acciones. Puedes tomar medidas para resolver circunstancias negativas.
Fortalecer tus relaciones. Gana confianza cumpliendo con tus compromisos. Profundizarás tu conexión con familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Reducir el estrés. A largo plazo, enfrentar la verdad generalmente crea menos ansiedad que tratar de encubrirlo. Ser responsable te permite disfrutar de una mayor tranquilidad.
Consejos para rendir cuentas:
Evalúa tu rendimiento. Haz que sea un hábito evaluar tu papel en cualquier situación. Mientras que los eventos externos sí importan, centrarte en lo que puedes controlar es más productivo.
Vigílate a ti mismo. Presta atención a tu comportamiento incluso cuando no haya otros testigos alrededor. Asume la misma responsabilidad por los éxitos y los contratiempos.
Establece metas realistas. ¿A veces excusas tu conducta porque estás tratando de hacer malabarismos con demasiadas actividades? Respeta tus límites y acorta tu lista de tareas pendientes. Crear prioridades te ayudará a lograr más.
Escucha atentamente. Es difícil escuchar lo que otros dicen cuando estás a la defensiva. Escucha con una mente abierta, para que puedas entender su posición incluso si no estás de acuerdo.
Discúlpate con habilidad. Expresa el pesar con prontitud y sinceridad cuando decepciones a alguien. Si es posible, trata de hacer las paces y evite repetir sus resbalones.
Considera a los demás. Si necesitas otra razón para trabajar en la rendición de cuentas, piensa en tu impacto en los demás. Recuerda cómo te sientes cuando un negocio o un ser querido te hace daño y se niega a asumir la responsabilidad.
Consejos para fomentar la rendición de cuentas:
Comunícate claramente. Fomentar una cultura más responsable hace que sea más fácil asumir la responsabilidad. Comienza por aclarar tus expectativas y las consecuencias de no cumplirlas. Asegúrate de entender lo que otros esperan de ti también.
Sé indulgente. Ayuda a los demás a ser sinceros. Responde con misericordia en lugar de ira. También necesitarás una segunda oportunidad.
Intercambia comentarios constructivos. Habla con otras personas acerca de cómo progresar en el futuro. Comparte observaciones, elogios y críticas específicas. Agradece cualquier idea que te den.
Proporciona un modelo a seguir. Al asumir más responsabilidad, puedes tener automáticamente un impacto positivo en los demás. Estará enseñando a tus hijos una importante lección de vida y contribuyendo a un lugar de trabajo y una sociedad más saludables.
La rendición de cuentas es una habilidad que se hace más fuerte con la práctica. Toma las riéndas de tu vida asumiendo la responsabilidad de tus acciones. Te empoderarás para construir el futuro que realmente quieres.
